viernes, 31 de enero de 2014

Oraciones Impersonales

Fue en invierno de 2006, había llovido toda la noche y hacía muchísimo frío, cuando salió el sol, aunque aún no había parado de llover la gente de la ciudad salió a pasear por el centro, algunas personas solo para caminar, otras para ir a trabajar y otras para hacer recados, al haber llovido de tal manera por la noche, no había mucho tráfico, lo cual al no haber tanto ruido se disfrutaba más del día. Hay muchas personas que no se atrevían a salir ya que en esa ciudad nunca había llovido de tal manera como lo hizo aquella noche y la gente aún seguía asustada. No habían abierto muchos comercios, para ser concretos solo abrieron cuatro tiendas y no se puede decir que fuesen muy grandes, eran los típicos comercios pequeños, que abren todos los días del año y venden todo tipo de productos, pero al precio más alto. Por la tarde volvió a llover de una manera muy brusca  y nadie se atrevió a salir, la gente de aquella ciudad, nunca antes vio una tormenta como la de aquellos dos días.

sábado, 18 de enero de 2014

La infantina encantada

El alcalde del pueblo Retuerta del Duero, gran aficionado a la caza, aprovechando la festividad de todos los santos, salió a practicar su deporte favorito, la caza, acompañado de cuatro galgos y su ave rapaz, habiendo pasado la tarde por el monte en plena naturaleza, oyendo el canto de los pájaros, escuchando el agua del riachuelo que por allí corría, y habiendo cazado tres conejos, al alcalde se le hizo de noche, se dio cuenta de que su ave rapaz había desaparecido y decidió ir a buscarla, junto con sus cuatro galgos, recorrieron todo el monte en busca del ave, pero después de horas buscándola seguían sin encontrar rastro de ella, después de tanta búsqueda el cansancio podía con todos ellos así que decidió buscar un lugar donde poder descansar un rato, para su suerte encontró el árbol más grande del monte , el cual por la fecha que era se encontraba con las ramas cubiertas de escarcha, el hombre se recostó en su enorme tronco que le protegía del frío, relajado pensando en su halcón perdido se dispuso a mirar las estrellas, una vez alzó la mirada se fijó que en la rama más alta de ese enorme árbol se encontraba una preciosa niña con una larga melena y con unos llamativos ojos claros que brillaban a la luz de la luna, sorprendido ante este hallazgo el hombre le pregunta:
- ¿Qué haces aquí?
La niña un poco asustada le respondió con timidez:
- Soy la hija del señor Moureau, mi tía y yo fuimos secuestradas hace siete años por siete brujas, un año por bruja, las cuales convirtieron a mi tía en este gran árbol y a mi aquí arriba me dejaron, mañana mismo acaba el embrujo que nos echaron.
El alcalde sorprendido le respondió a la niña.
- Espera aquí, no te muevas que voy a buscar ayuda para bajarte de este árbol.
La niña asustada le pide que por favor no se vaya que la acompañe hasta la mañana siguiente, que finalice el hechizo, pero el alcalde pensando en su bien salió a por ayuda, cuando volvió al monte a las pocas horas, no encontró rastro ni del árbol ni de la niña, y el hombre desconsolado se preguntó, "Qué suerte habrá corrido la niña", sintiéndose culpable de haberla dejado sola.